El año pasado con la pandemia comenzando, nos dimos cuenta como los caficultores lograron colocar algunos lotes de sus mejores granos en el mercado local y cafés destinados para exportar.
Todo esto debido en parte, por la desaceleración con los países importadores.
Esto ayudó a dos cosas:
Primero a que los cafetaleros se diesen cuenta que, aunque por muy pequeño que fuese el nicho existen consumidores que buscan calidad; y que por lo general tienen que recurrir a otros países para adquirir esos cafés.
Y segundo, que los consumidores que no conocían estos granos pudieran experimentar y gozar de una taza de excelente puntaje, en la comodidad de su propio hogar.
En vísperas del lanzamiento de la nueva cosecha, los productores pueden encontrar un nuevo problema. La escasez de contenedores vacíos en China.
Te preguntarás entonces… ¿Qué tiene que ver China en que pueda o no tomar un mejor Café?
Para los que hacen comercio internacional no es secreto que debido a la falta de espacios y equipos vacíos los fletes de China hacia América han incrementado el precio en más de 300%.
Por esta razón las navieras desconsolidan rápidamente para devolver los contenedores vacíos a China. Incluso rechazando reservas para exportar del nuevo mundo hacia otras latitudes.
Esto puede suponer una gran dificultad para que los exportadores coloquen su producto en el mercado internacional.
Con el nuevo año chino que se dio en la segunda quincena de febrero del 2021, se podría esperar que las navieras se abastezcan de contenedores y las transacciones internacionales volvieran a la normalidad…
De no ser así, los caficultores tendrán que vender en el país parte de sus mejores lotes. Que algunos de ellos ya se dieron cuenta que es posible y también es un buen negocio.
En todo caso hay que esperar, y que suceda lo mejor para todos. Aunque si me dejan un buen cafecito por aquí, no me enojo.