El nombre proviene de la sensación pegajosa que se genera en los granos durante el proceso. En muchos aspectos, este tipo de café es el intermedio entre un café lavado y uno natural, es frutoso pero no tanto como un natural.
El proceso honey es muy similar al lavado con la diferencia que el mucílago, la membrana que cubre al grano de café, no es retirada.
Tampoco el pergamino es retirado (membrana entre el mucílago y el grano), y así se deja secar.
Dependiendo de la región y las costumbres que se utilicen para secar la cereza, pero sobre todo el tiempo, el proceso tomará otro nombre: honey amarillo, rojo y negro.
El honey amarillo se deja secar aproximadamente 8 días al rayo del sol, lo que le da al pergamino un tono amarillo claro.
El honey rojo tarda un poco más tiempo al secar, ya que se hace en la sombra. No recibe rayos de sol directo; esto hace que el color del pergamino no se degrade por la luz y tome un tono rojizo.
El honey negro lleva más humedad en su secado, por lo que se cubre con plásticos negros para hacerlo. Su color no queda completamente negro, solo es un poco más oscuro que el honey rojo.
El sabor de un café Honey, cuando se procesa de la forma adecuada, es literalmente como si alguien le hubiera añadido miel y azúcar morena a una taza de café.
Dentro de Café & Aroma tenemos algunos cafés con el proceso honey que te gustarán!