A pesar de que este proceso no requiere de mucha inversión, es necesario contar con ciertas condiciones climatológicas para asegurar un tiempo de secado propicio.
Este proceso también es llamado seco y su uso ha sido durante muchos años un símbolo del café africano. Esto es debido a la escasez de agua dulce que sufre el continente, por lo que tuvieron que idearse métodos para procesar el café sin utilizar tanto líquido.
Este método no utiliza máquinas, lo cual requiere más trabajo manual y por consecuencia su costo puede ser más elevado.
Para realizar este proceso, el primer paso es escoger las cerezas maduras, ya sea a mano o en un canal de lavado en donde las cerezas maduras flotan y las verdes se van al fondo. Aquí las cerezas se ponen a secar en camas y se extienden.
Este proceso puede durar hasta 20 días y para hacerlo se necesita ser experto. Si el secado no es completo y queda humedad, el grano es muy susceptible a desarrollar hongos o alguna enfermedad.
Por otro lado, si su secado es excesivo el grano se vuelve quebradizo y cuando está roto es considerado defectuoso.
También se debe cuidar darle vuelta, ya que todo el grano debe ser consistente en su secado.
El sabor de estos cafés sin duda presenta un cuerpo pesado, acidez baja y sabores que quedan del suelo en que fueron sembrados.