La Gesta En Tierras Altas
Todo inicia por los años 1873 cuando la Matriarca de la familia, “Blasina Samudio” toma la decisión de radicarse en Boquete iniciando su primera finca, además es la única mujer en aparecer en los planos de 1894 como propietaria de diversas fincas en el sector de Boquete, donde sembraba maíz, café entre otras cosas. Es con ella con quien nace esa tradición por la caficultura y han transcurrido 148 años de manera ininterrumpida en la que la Familia descendiente de “Mamita Blasina”, como se le conocía, continúan con esa tradición y cada día más enfocados en el sector cafetalero de Panamá.
Esta matriarca dejó un legado imperecedero que le ha permitido a la familia de Don Francisco Pachi Serracín, hablar de café como parte de su cotidianidad, aspirar el aroma del café todas las mañanas y disfrutar del olor a azahar en los primeros meses del año, es una experiencia que marca los sentidos y que genera ese arraigo por lo propio, con el orgullo de producir uno de los mejores cafés del mundo.
Cómo nace una marca de Panamá para el mundo
Con la herencia cafetalera en las venas, a principios de 1960, le corresponde a Francisco Antonio Pachi Serracín Colón, ser fundador del Programa Nacional del Café, oficina creada por el Ministerio de Agricultura en aquel entonces y en el año 1963 se introduce a Panamá las primeras semillas de la variedad Geisha, traídas del Centro de Investigaciones del CATIE en Turrialba Costa Rica.
Estas plantas de café que desde aquel entonces se encontraban en varios de los cafetales de Boquete, empiezan a tomar relevancia en el 2004, cuando su primera taza fue presentada a nivel mundial, colocó a Boquete en el mapa de los cafés de especialidad. Es con mucho esfuerzo, perseverancia y pruebas año tras año, que esta variedad fue posicionándose en el nicho de los cafés más apetecidos y buscados por sus características de sabor, las cuales eran muy diferentes a lo que se consumía con las variedades tradicionales y conocidas de los cafés de consumo popular, o ya de especialidad o gourmets como se les conoce.
A partir de ese momento y con el aporte hecho a la caficultura, muchos compradores de Café Especial se volcaron por el año 2005 a Boquete, motivados por la curiosidad hacia esa variedad tan cotizada y visitaban las Fincas, Hacienda la Esmeralda y Don Pachi Estate, que en aquel entonces tenían lotes de este varietal. Diseñando y operacionalizando una nueva forma de sacarle provecho a estos cafetales, lograron cambiar la estructura de vender café, distribuyendo micro lotes, con la finalidad de brindarle oportunidad a los micro tostadores, de comprar pequeñas cantidades en Origen y eso también revoluciona la industria cafetalera. Esta buena práctica fue adoptada por muchos productores de café alrededor del mundo, siendo un gran aporte de esta familia emprendedora e innovadora de Tierras Altas de Chiriquí.
La herencia familiar como valor de calidad y constante innovación
A partir del 2016 los herederos de Don Pachi, toman las riendas de las fincas y continúan con ese legado dejado por este gran pionero. Esta nueva generación ha agregado un valor importantísimo y han hecho modificaciones en procesos y otros nichos de mercado (Té de cáscaras de café, licor de café), buscando siempre optimizar los recursos con sostenibilidad desde el origen.